Sonia
podía soportar todo con paciencia y casi sin una palabra de protesta, incluso
aquello. Pero el choque había sido demasiado brutal. A pesar de su victoria, a
pesar de que se había probado su inocencia, después del primer sentimiento de
horror y estupefacción cuando estuvo en condiciones de reflexionar y comprender
lo ocurrido, se encontrón con el alma dolorosamente agarrotada por una
sensación de impotencia y afrenta.
—Crimen y castigo.
Fiodor Dostoievski.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Dejame tu comentario!