Comprendió que la vida se halla sujeta a cambios frecuentes, que es fluida y activa, y que el comprimirla dentro de una forma rígida sería la muerte. Comprendió que los hombres no deben de preocuparse demasiado de sus intereses materiales y cotidianos; que el no ser práctico es cosa muy grande, y que no es posible formarse demasiadas ideas acerca de la marcha del mundo. Si los pájaros no se ocupan de ello, ¿por qué habrían de preocuparse los hombres? Y es verdaderamente deliciosa aquella frase suya, que dice: «No os preocupéis el mañana. ¿Es acaso la vida sólo el alimento? ¿Acaso el cuerpo son sólo las ropas?».
—De Profundis.
Oscar Wilde.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Dejame tu comentario!