Su último pensamiento consciente fue de desprecio hacia la vida: sus sentidos la habían engañado; el mundo no se componía de energía y goce, sino de vileza, traición y lasitud. La existencia era odiosa y la muerte no era mejor: de un confín al otro del universo, aquélla era la primera, última y única verdad.
—La materia oscura II: La daga.
Phillip Pullman.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
¡Dejame tu comentario!