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Reinaba el silencio en el bosque, probablemente como consecuencia de mi aparatosa llegada. No sabía si los espectros tenían oídos pero, de ser así, todos se habrían enterado ya de mi presencia. Bueno, al fin y al cabo había venido para encontrar un espectro. Me interesaba que se enterasen.

Dos princesas sin miedo.
Gail Carson Levine.

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