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Pensó de inmediato, y no por primera vez, que en la vida todo el mundo debería tener una trampilla por la que escabullirse. Es decir, una pequeña vía de escape por la que desaparecer cada vez que hacías el ganso de un modo estrepitoso.

—«Verdades». Noches de baile en el infierno. 
Michele Jaffe.

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