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Arnie lloró durante horas, hasta que se durmió. Ese incidente hizo que me preguntara qué clase de mundo tendríamos si todos los nazis que sobreviven sintieran tales remordimientos. Me pregunto si alguna vez les cruza por la mente lo que hicieron, y si cala a fondo en ellos hasta el punto de que les duele el cuerpo al pensar en el desastre que llevaron a cabo. ¿O son tan astutos que pueden mentirnos y engañarse a sí mismos? Lo hermoso de Arnie estriba es que es demasiado estúpido para mentir. O demasiado astuto.

—¿A quién ama Gilbert Grape?

Peter Hedges.