*

En una ocasión, después de hablar de las supuestas crueldades de la Edad Media, me dijo:
—En realidad, esas crueldades no eran tales. Un hombre de la Edad Media despreciaría nuestra vida actual como algo mucho peor que cruel, terrible y bárbaro. Cada época, cada cultura, cada costumbre y tradición tienen su estilo, sus ternuras y sus durezas correspondientes, sus bellezas y sus horrores; dan por sentados ciertos dolores, soportan con paciencia ciertos males. La vida humana se convierte en un verdadero sufrimiento, un auténtico infierno, sólo allí donde se superponen dos épocas, dos culturas y religiones. Un hombre de la antigüedad que hubiera tenido que vivir en la Edad Media se habría ahogado irremediablemente, así como un salvaje se quedaría sin aire en nuestra civilización. Pero hay épocas en las que una generación queda atrapada entre dos tiempos, dos estilos de vida, de forma tal que pierde los parámetros obvios, toda costumbre, reparo e inocencia. Claro que no todos lo sienten con la misma fuerza. Una naturaleza como la de Nietzsche sufrió la miseria actual con una generación de anticipación: lo que él tuvo que sentir solo e incomprendido hoy es sufrido por miles.

El lobo estepario.
Herman Hesse.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Dejame tu comentario!