—Oye, Jen…
—Dime.
—Jen… ¿qué dirías si te dijera…?
Vacilé. Jenny esperaba.
—Creo… creo que me he enamorado de ti.
Se hizo una pausa. Después Jenny contestó, en voz muy baja:
—Diría… que así reventaras.
Y colgó.
No me sentí desdichado. Ni sorprendido.
Erich Segal.
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