*

—No me abandones, Jenny. Por favor.
—¿Y mi beca? ¿Y París, donde no he estado en toda mi condenada vida?
—¿Y nuestra boda?
Fui yo quien pronunció estas palabras, aunque por espacio de una décima de segundo me pareció increíble haberlo hecho.
—¿Quién habló de boda?
—Yo. Estoy hablando en este mismo momento.
—¿Quieres casarte conmigo?
—Sí.
Jenny ladeó la cabeza; y, sin sonreír en absoluto, se limitó a preguntar:
—¿Por qué?
La miré a los ojos, fijamente.
—Porque sí —dije.
—Oh —dijo Jenny. Es una razón excelente.

Love Story.
Erich Segal.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Dejame tu comentario!