*

—Resulta extraño —dijo cuando toparon con un grupo de cuerpos congelados—. Sin dudas son nuestros enemigos, pero esto… no sé.
Merle entendía lo que quería decir.
—De algún modo todo parece un error, ¿no crees?
Serafín asintió.
—Quizá porque siempre es un error que tantos seres vivo dejen de existir sin más. —Después de un breve instante de vacilación, añadió—: Da igual lo que hayan hecho.
Merle calló un momento para reflexionar sobre las palabras del muchacho y llegó a una conmovedora conclusión:
—No me dan pena. Quiero decir que me esfuerzo por… pero no funciona. Simplemente, no me dan pena. Por su culpa han pasado demasiadas cosas. Cargan con millones de vidas sobre sus conciencias. —Miles de millones, estuvo a punto de decir, pero su lengua se negó a expresar la verdad con palabras.

La reina de la laguna III: La palabra de cristal.
Kai Meyer.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Dejame tu comentario!