*

Eso se había terminado, ya había vaciado aquella copa y nadie la volvería a llenar. ¿Era una pena? No. Nada que hubiera terminado era una pena. Una pena eran el hoy y el ahora, las incontables horas y días que había perdido, que sólo aguanté, que no trajeron regalos ni conmociones.

El lobo estepario.
Hermann Hesse.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Dejame tu comentario!