*


Hay muchos que piensan que nuestro destino ya está escrito, que ninguna de nuestras acciones es fruto del azar, que nada de lo que hagamos puede modificar nada. Me cuesta creerlo.
Me cuesta creer que toda esta confusión es sólo producto del destino.
Me gustaría que mi todo volviera a estar en orden, tranquilo como hoy está el río.
No sentirme tironeado por obligaciones y deberes que no sé si son correctos.
Pero, ¿qué es lo correcto?

Los ojos del perro siberiano.
Antonio Santa Ana.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Dejame tu comentario!