*

Odio la astucia cuando uno no se siente realmente astuto, ni quiere serlo, pensaba el capitán. No puede enorgullecerse de ser un espía y un tramposo. Odio pensar que estoy cumpliendo con mi deber cuando no estoy seguro de que sea así. Al fin y al cabo, ¿quiénes somos nosotros? ¿La mayoría? ¿Es esa una respuesta? La mayoría siempre tiene razón, ¿no es así? Siempre, siempre. Jamás se equivoca, ni un breve e insignificante momento. En diez millones de años jamás se equivocó. ¿Qué es esta mayoría?  ¿Quiénes la forman? ¿Qué piensa? ¿Cómo emprendió este camino? ¿Cambiará alguna vez? ¿Y por qué demonios he ingresado en esta putrefacta mayoría? No me siento a gusto. ¿Será claustrofobia, temor a las muchedumbres, o sentido común? ¿Es posible que un hombre tenga razón, aunque el resto del mundo crea que está equivocado? No pensemos en eso. Sometámonos, animémonos, y apretemos el gatillo.

Crónicas marcianas.
Ray Bradbury.
[Traducción de Francisco Abelenda] 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

¡Dejame tu comentario!