Pero no eran sólo los temores en cuanto a la posibilidad de defender su postura lo que tenía que vencer: había empezado a sentirse indecisa con respecto a la postura que debía adoptar; y mientras se paseaba por la habitación aumentaba su incertidumbre. ¿Obraba rectamente al negarse a lo que podía ser esencial para el logro de un proyecto en el que algunos, a los que ella debía mostrarse: siempre dispuesta a complacer, habían puesto todas sus ilusiones? ¿No sería aquello mala voluntad, egoísmo y un temor a exponerse?
—Mansfield Park.
Jane Austen.
[Traducción de Miguel Martín]
Jane Austen.
[Traducción de Miguel Martín]
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