*

La pesadumbre agónica que se apoderó al principio de ellas era voluntariamente renovada, buscada y recreada una y otra vez. Se entregaban enteramente a su pena, buscando incrementar su desdicha con cada reflexión que pudiera llegar a reforzarla y se decidieron a no admitir ningún consuelo en el futuro.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

La admira como amante y no como conocedor. Para poder satisfacerme, esas virtudes deben venir juntas. No podría ser feliz con un hombre cuyo gusto no coincidiera en todos los puntos con el mío. Debe entrar en todos mis sentimientos, los mismos libros, la misma música debe llegarnos a las dos.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

Nunca quise ofenderte pero soy tan estúpidamente tímido que a veces parezco descuidado cuando en realidad estoy atado por mi cortedad. He pensado frecuentemente que he sido hecho por la naturaleza para tener poca compañía, me encuentro muy poco a mis anchas entre extraños.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

Pero no habría de creerlo, pues cuando la mente no está muy deseosa de convencerse siempre encontrará algo donde apoyar sus dudas.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

–No puedo, no puedo —gritó Marianne— déjame, déjame, si te apeno, déjame, olvídame, ódiame. Pero no me tortures así. Qué fácil para aquellos que no tienen penas hablar de esforzarse.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

–Quien quiera que haya sido un enemigo tan detestable, deja que se engañe con su maligno triunfo, querida hermana, viendo cuán noblemente la conciencia de tu propia inocencia y tus buenas intenciones sostiene tu espíritu. Es un orgullo razonable y digno de elogio el que resiste a tal malevolencia.
–No, no —exclamó Marianne— una desdicha como la mía no tiene orgullo. No me importa que alguien sepa que estoy destrozada. El triunfo de verme así debe estar abierto a todos. Elinor, Elinor, aquellos que sufren poco pueden ser orgullosos e independientes como quieran, pueden resistir el insulto o devolver la mortificación, pero yo no puedo. Debo sentir —debo estar destruida— y están bienvenidos a disfrutar de esto todos los que puedan.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

En un momento estaba absolutamente indiferente a la mirada del mundo, en otro se recluiría de él para siempre y en un tercero lo resistiría con energía.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

Esperaba de los demás sus mismas opiniones y sentimientos y juzgaba sus razones por los efectos inmediatos de sus acciones sobre ella.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

Un hombre que nada tiene que hacer con su tiempo no tiene conciencia de su intrusión en el de los demás.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

Creo realmente que tiene él la conciencia más delicada de la tierra, la más escrupulosa en cumplir todo compromiso por más pequeño que sea, aunque vaya contra su interés o su placer. Vive temeroso de causar dolor, de herir expectativas y es el más incapaz de ser egoísta entre todos los que conozco.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

Pero eso no era suficiente, pues cuando la gente está decididamente dispuesta a un tipo de conducta que sabe equivocada, se siente ofendida por la expectativa de algo mejor de parte de ella.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

–Tal vez entonces podrás una recompensa para la persona que escriba la mejor defensa de tu máxima favorita: que nadie puede enamorarse más de una vez en la vida. Pues si no presumo mal, tu opinión sobre ese punto no ha cambiado.
–Sin dudas. A mi edad, las opiniones están tolerablemente establecidas. No me parece que pueda llegar a escuchar o ver algo que las haga cambiar.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

Se detuvo y agregó en voz más baja: «si puedo conocer aunque sea su corazón, todo será más fácil».

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

 Leer esas hermosas líneas que frecuentemente me volvían fuera de mí, pronunciadas con una calma tan impenetrable, ¡qué horrible indiferencia!

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

Mamá, cuanto más conozco el mundo, más me convenzo de que nunca encontraré un hombre al que pueda amar. ¡Pido mucho! Debe tener las virtudes de Edward, y su persona y maneras deben adornas su bondad con todo el encanto que sea posible.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

—Me encanta recordar el pasado, Edward. Aunque sea melancólico o alegre, me encanta recuperarlo y jamás me ofenderá que hables de los viejos tiempo. Estás muy acertado al suponer cómo gastaría mi dinero –al menos, una parte de él– mi dinero suelto lo usaría en ampliar mi colección de música y de libros.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.

*

–Me he encontrado varias veces cometiendo ese tipo de equivocaciones —dijo Elinor— en una total incomprensión de carácter en un punto u otro, imaginándome a la gente más alegre o grave, o ingeniosa o estúpida de lo que realmente es y no puedo entender en qué se origina este terror. Algunas veces uno se guía por lo que dicen de ellos y más frecuentemente por lo que otra gente dice de ellos, sin darse tiempo a deliberar y juzgar por propia cuenta.

—Sensatez y sentimientos.
Jane Austen.